UNO DE DIEZ: SÁMANO, MINGITORIO A CIELO ABIERTO

ENCUENTRO/UZTARKETA, LA NUEVA FORMACIÓN POLÍTICA EN CASTRO URDIALES NOS HA MANDADO UNA NOTA INFORMATIVA EN LA QUE MATIZAN EL ANUNCIO DEL CONCEJAL DE OBRAS, ALEJANDRO FERNÁNDEZ SOBRE LA PRÓXIMA INTERVENCIÓN EN EL BARRIO SAMANIEGO DE RIBERO.

EL AYUNTAMIENTO DE CASTRO URDIALES HA TARDADO 3 AÑOS EN SACAR LA LICITACIÓN LAS OBRAS DE SANEAMIENTO DE RIBERO EN SÁMANO.

La publicamos integra.

En julio de 2019 Alejandro Fernández, concejal de obras del ayuntamiento de Castro Urdiales, prometió que en septiembre de ese mismo año estaría concluido el acuerdo para eliminar el enorme vertido de aguas fecales que hay en el entorno del barrio de Ribero. Vertido que, como la mayoría de los 100 que están documentados en todo el término municipal, desemboca en un río del que se capta agua para consumo humano. La actuación consistiría en tender un colector de 340 metros de longitud, en una zona que no ofrece ninguna dificultad técnica, para conectar la inmundicia que se vierte a cielo abierto, en el vierteaguas de pluviales, al colector que baja desde Helguera.

Casi tres años después, el ayuntamiento de Castro ha sacado a licitación las obras de saneamiento de esa zona, el barrio Ribero. Dice el concejal de obras que en ese lugar no hay red de saneamiento -vaya novedad, ni en esa ni en otras muchas-. Eso significa lo mismo de siempre en las pedanías de Castro: las aguas fecales que no se recogen acaban ineludiblemente, de una u otra manera, en los ríos de los que se capta agua para consumo humano. Y esto es lo que pasa en esa zona, y en todo el municipio, desde siempre. Lo que no nos recuerda el concejal de obras, Alejandro Fernández, es que se comprometió a licitar esa actuación para septiembre de 2019, es decir, hace casi tres años. Por tanto, casi tres años de retraso.

La junta vecinal de Sámano, junto con la de Otañes, es el paradigma de la desidia de este equipo municipal, y de los tres que le precedieron, en un asunto tan grave como éste, que supone un atentado medioambiental y un riesgo permanente para la salud pública. Ciñéndonos a Sámano, aparte de los 20 vertidos documentados al río, hay otros 10, al menos, que desembocan directamente en la vía pública, por donde circulan diariamente cientos de personas que deben convivir con ellos desde tiempo inmemorial.

Actualmente, están acreditados estos 10 vertidos, pero, probablemente, habrá más:

•   3 en el barrio de Ribero
•   Helguera
•   3 en Hoz
•   Desde la iglesia hasta el cruce de la carretera Santullán-Sámano polideportivo
•   Llantada
•   Momeñe

Cualquier retirada de aguas fecales de sus habituales destinos -ríos, carreteras y caminos-, es una buena noticia. Pero lo de Baltezana, como lo de El Haya, como esta tercera actuación son buenas noticias “menores”, porque son pequeños vertidos comparados, por ejemplo, con la deplorable situación de Otañes. Tan menores, que las obras se adjudicaron por las cantidades que detallamos abajo:

1.   Saneamiento de Baltezana norte, con un presupuesto de 106.082 €.
2.   Depuradora de oxidación total de El Haya, con un presupuesto de 165.891 €.

Una instalación con fecha de caducidad: diez años en el mejor de los casos, si se hace el mantenimiento debido. Sobre esta obra de promoción municipal, como sobre todas las anteriores, pesa la sombra de la duda en cuanto a su eficacia y el cumplimiento de los plazos de ejecución.

Tendría que haber estado finalizada hace 50 días y no hay ninguna noticia de ello. Nadie del equipo de gobierno se ha hecho una foto en el lugar cortando la cinta.

Sumando el importe de las tres obras, a falta de saber el precio de adjudicación de la obra samaniega, obtenemos la cifra de 328.373 €. Que serán algunos menos porque el precio de adjudicación será menor que el de licitación. 300.000 € en tres años de mandato, con una situación medioambiental y sanitaria aberrante por causa de los vertidos fecales.

El canon del agua de 2006 sumaba 24 millones de euros. Nadie sabe cuánto se han gastado de esa cantidad ni en qué conceptos. Una partida finalista, para abastecer de agua potable y retirar aguas residuales de nuestro municipio, de la que no se sabe cuánto queda ni el detalle de qué gastos se han cargado a ella.

Dejamos aquí los enlaces de los vertidos a cielo abierto a caminos, carreteras y cunetas. De los 42 vertidos a los regatos Brazomar, Cabañaperaza, Suma y Tabernillas ya hablaremos en otro momento.