EXPOSICIÓN NAUFRAGIOS RECIENTES EN EL GOLFO DE VIZCAYA (BIZKAIA)




DEL  5 AL 28 DE SEPTIEMBRE EN EL CENTRO CULTURAL LA RESIDENCIA SE ABRE AL PÚBLICO UNA EXPOSICIÓN CULTURAL SOBRE LOS NAUFRAGIOS RECIENTES EN EL GOLFO DE VIZCAYA.

 FECHAS: 5 al 28 de septiembre 2018

INAUGURACIÓN EXPOSICIÓN: miércoles 5 septiembre 2018

VISITA GUIADA: miércoles 5 septiembre 2018. Hora: 13:00 horas

AUTORES: Ana Mª Benito Domínguez y Javier Mazpule Corral (Arkeolur)



La exposición acerca al visitante a los naufragios más recientes y cercanos. ¿Por qué han naufragado? ¿Quiénes realizan los salvamentos? ¿Cómo se recuperan los restos?

Las fotografías y paneles recuerdan sucesos como el del mercante Boquerón que había zarpado en 1990 de Portimao (Portugal) con carga de madera hacia Santander.

Pero cuando estaba cerca de cabo Mayor y debido al fuerte temporal se estrelló contra el acantilado de cabo Quintres.

Otro carguero el Yinka Falowiyo navegaba, en 1991, desde Brasil a Santander con un cargamento de tuberías. Debido al mal tiempo, varó en el banco de las Quebrantas, cerca del arenal de Somo.

Años antes, en 1976, el mercante alemán Buchenhain, pasó más de un año varado en la playa de la Zurriola de Donostia-San Sebastián.

En el agreste acantilado de Jaizkibel, en Pasaia (Pasajes) acabaron su singladura los buques Gulstav Trader, en 1979, y Mareike-B, en 1984.

En las aguas de Hondarribia (Fuenterrabia) se perdieron pequeños pesqueros como el Nuevo Juanjo, en 1995, el Madre de Lourdes, en 1999 y el Stella Orientis, en 2013.

En Biarritz embarrancó el Frans Hals, un buque factoría ucraniano en 1996. En la playa de Anglet varó el mercante Capetan Tzannis, en 1997.

Intentando entrar en el puerto de Baiona (Bayona) naufragó el carguero de la naviera Murueta de Bilbao, Luno, en 2014.

El más veterano de los buques expuestos, es el Consulado de Bilbao, de 1928, que tras una azarosa vida se hundió en la ría de Bilbao, coincidiendo con la gota fría que asoló la costa en 1983.

Algunos de estos naufragios representan un triste, pero apasionante espectáculo para la población, que se acerca a observar cómo evoluciona el suceso.

La exposición se complementa con vitrinas que muestran tanto objetos de navegación (sextante, cartas náuticas, compás de cartear...) como pequeños restos recuperados de naufragios.

(bitas, bombas de achique, corredera…).

 Esta muestra es el reflejo del libro que se ha publicado recientemente: Naufragios en la Costa Vasca: 1976-2016, ilustrado con abundantes fotografías y planos. 



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