A DONDE VAN LAS MOCIONES?
Desde Castro Confidencial después de escuchar la entrevista desconocemos tal y como CastroVerde planteó su apuesta electoral en 2015, porque tanto el concejal de festejos ayer en el pleno ordinario, como la concejala de comunicación, como el propio Alcalde pueden decir sin dudar que no están obligados a cumplir las mociones aprobadas por el Pleno Municipal. Ante estas declaraciones, tenemos la duda de sí realmente las mociones que se aprueban en los plenos, se ejecutan.
Hemos estando buscando información sobre el tema y tenemos varias preguntas:
1- Tiene un equipo de gobierno que cumplir las mociones de pleno? Entendemos que sí, cuando los acuerdos sean válidos y eficaces y desde el mismo momento en que se adoptan. Con un matiz esencial, siempre que ese acuerdo sea competencia del pleno. Si lo aprobado es competencia del Alcalde o de la Junta de Gobierno, no será más que un posicionamiento político que no hay que ejecutar ya que no es competencia del Pleno, por lo que ni tiene verdadera naturaleza jurídica ni ejecutiva.
2- ¿Qué pasa si una moción implica un gasto? Que debe tener cobertura presupuestaria. Para realizar una propuesta de gasto se tiene que incluir de dónde se obtiene la partida, si, a través, de unos ingresos extraordinarios o se detraen de otra inversión. En todo caso, se trata de una petición al Gobierno de turno, pero que carece de carácter vinculante, salvo que figura en los presupuestos, cuya aprobación si es competencia del pleno municipal.
3- ¿Cuándo se podrían pedir responsabilidad al Gobierno por no acometer una moción aprobada en pleno? Solo en el caso de que se dictará una resolución contraria a una moción aprobada en pleno y cuya competencia es del propio pleno.
El asunto tiene su "miga" porque puede parecer que un gobierno local puede imponer sus criterios sin contar con mayoría absoluta en un consistorio, o puede rechazar mociones aprobadas por una mayoría de ediles que, sumados, representan a más ciudadanos que los que auparon al alcalde al sillón municipal. Incluso el debate puede ser dramático sí tenemos un alcalde desautorizado continuamente en su acción de gobierno y que, políticamente, incumple las resoluciones aprobadas en pleno. Claro que ante esto parece claro que la herramienta es la moción de censura que hoy alegremente desliza el ex-Alcalde, y ex-edil Iván González Barquín (PP) que después de casi dos años ha firmado hoy su declaración de bienes, esa que tenía obligación de firmar cuando recogió el acta de concejal o cuando cesó en el cargo pero que no hizo.
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𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑟𝑎́𝑛 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.