NECESITA CASTRO UNA ORDENANZA DE LONJAS JUVENILES?
EL JEFE DE LA POLICÍA CONSIDERA NECESARIA UNA ORDENANZA QUE REGULE LOS USOS DE ESTOS LOCALES
Fernando Liaño es vecino de Castro y vive en la calle Belén, justo encima de una de las lonjas que tan de moda están entre los chavales. Lleva cuatro años sufriendo las consecuencias que esto conlleva. Habla de ruidos ensordecedores hasta altas horas de la madrugada, sobre todo los fines de semana, pero también en días laborales.
"Es un sin vivir, no dormimos ni mi mujer, ni yo, ni mis hijos pequeños. Estamos con pastillas y esto lleva a cometer un día una locura que nadie quiere cometer".
Es partidario de que la juventud de divierta pero "sin perjudicar a nadie. Lo que no puede ser es que a las tres, las cuatro o las cinco de la madrugada les estén llamando la atención, llames a la Policía y nadie haga caso". Y es que, "ponen música, gritan, juegan al fútbol dentro de la lonja. Lo que no es normal tampoco es que esta semana, con las obras de la calle, cojan los pitones y los estampen contra las paredes".
Fernando ha recurrido ya a todas las instancias que pudieran tener algo que hacer con este asunto. Ha hablado con el alcalde, con el departamento de Urbanismo para comprobar si ese local tiene licencia para ser choco, ha recurrido a los agentes de la autoridad e incluso al Juzgado y "nadie te dice nada. Todo son buenas palabras pero nadie hace nada".
Se pregunta a qué se está esperando."A que suceda una desgracia o, como dicen los chavales, que como les denuncie y les echen me pegan fuego el edificio". Las llamadas a la Policía Local son continuas y "muchas veces, yo lo comprendo que están haciendo otras cosas y no puedan venir. En otras ocasiones, la contestación es que el medidor lo tenemos roto y no podemos ir a medir. Yo les digo que, por lo menos, pueden venir a llamarles la atención".
Según contaba Fernando a Castro Punto Radio, algunas de las mediciones han dado hasta 67 decibelios y han acarreado expulsiones de cuadrillas de la lonja y sanciones "que no se si las habrán pagado". Con respecto a este último grupo que ocupa el local "por lo que se ve, ni metiéndoles al Juzgado les echa nadie". Y es que, este vecino ha denunciado pero "lo prescriben porque resulta que no tienen a quién denunciar. Es un menor y la dueña se escuda en que ella lo alquila.
Además de Fernando hay más vecinos afectados pero "algunos son muy mayores y otros están alquilados y tienen miedo de que les puedan echar de la casa".
Lo único que este castreño pide al alcalde, Iván González, es que "ya que me he molestado en llevarle papeles, cartas y denuncias y me ha prometido que va a hacer algo, por lo menos que lo haga. Que no espere a que acabe la legislatura y tengamos que ir a llamar la atención de otro. El que manda ahora en el Ayuntamiento es él".
Si el alcalde no lo mueve, "tendré que ir a que lo meta en un Pleno otro partido, algo que no le va a gustar”.
Fernando quiere llevarse bien con todos pero también quiere "vivir y que mis hijos vivan y duerman a gusto como los de él".
Sobre este asunto hemos hablado también con el Sargento-Jefe de la Policía Local, Domingo Lázaro García. Ha reconocido que "parece que es conveniente" una ordenanza que regule los usos de las lonjas para actividades de ocio en estos espacios, "en los que la gente joven se reúne y tiene allí sus actividades, su diversión. De lo que se trata es de "de poder conciliar esos usos con el derecho al descanso que tienen los vecinos".
En ausencia de esta ordenanza, el procedimiento que siguen los agentes consiste en "medir esas molestias con un sonómetro y, en el caso de que esa emisión sonora en el domicilio del afectado supere los nivel establecidos en la ordenanza, que son de 30 decibelios en horario nocturno, procede la denuncia y la incoación de un expediente sancionador".
Con la regulación específica, "lo que haríamos, de una manera preventiva, sería crear una serie de condiciones para que pudiéramos tener garantías de que esas molestias no se iban a producir". Por ejemplo, que las actividades de ocio colectivo en lonjas estuvieran sometidas a licencia previa y, para ello, habría que cumplir una serie de condiciones que tienen que ver con la seguridad de los usuarios y la ausencia de molestias para los vecinos.
Sobre el caso concreto de Fernando, Lázaro García ha explicado que lo único que puede hacer la Policía es realizar mediciones y, en su caso, poner la sanción correspondiente. Pero ha dejado claro que "se trata de un local privado acogido a un contrato de alquiler entre particulares y el arrendatario será el representante de todo el grupo usuario del local".
Para el Jefe de la Policía Local "es más interesante" que esto esté sometido a una regulación previa. En cualquier caso, "estamos en las fechas que estamos y eso no ha avanzado en la medida que sería deseable". Sí ha desvelado que existe un texto propuesto hace tiempo, que se ha sometido a diversos departamento del Ayuntamiento y cada uno ha hecho su informe. Lo último que sé es que está pendiente de alguna corrección, en cuanto a visar la legalidad de todas las disposiciones que incluya esa ordenanza. Es decir, que no fuera, en ninguno de sus artículos, contradictoria con ninguna otra norma de carácter superior o no se estuviera vulnerando ningún otro derecho".
Para terminar, ha asegurado que "es raro el fin de semana que no tenemos que hacer alguna medición de ruido". Alguna vez se ha estropeado el medidor, aunque "una vez al año tiene que pasar un control de que el aparato sigue funcionando en condiciones".
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𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑟𝑎́𝑛 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.