CNT ENTREVISTA A FERNANDO URRUTICOECHEA, EX-INTERVENTOR MUNICIPAL DE CASTRO URDIALES

"Los mecanismos de control de la corrupci贸n est谩n dise帽ados para que no funcionen."

El ex-interventor municipal de Castro Urdiales Fernando Urruticoechea fue entrevistado por Jordi 脡vole en el programa Salvados lo que sirvi贸 para dar difusi贸n al problema de corrupci贸n que tiene el pueblo. Durante un acto sobre el negocio del agua organizado por este sindicato, aprovechamos la ocasi贸n para conversar largo y tendido sobre ese fen贸meno extendido en las instituciones como es la corrupci贸n. La entrevista fue publicada en sendas entregas en las ediciones de Enero y Febrero.

Fernando Urruticoechea ha sido responsable de destapar varios casos de corrupci贸n desde su puesto de interventor municipal. El m谩s importante de ellos, en Castro Urdiales (Cantabria), supuso la apertura de m谩s de treinta causas y el ingreso en prisi贸n de quince personas. A lo largo de la entrevista nos desvela c贸mo se producen estos casos y los mecanismos que impiden el control de la corrupci贸n.

Pregunta.- Gracias a tu labor como interventor municipal se han imputado a 158 personas entre pol铆ticos, funcionarios, t茅cnicos y empresarios, y de ellas se han condenado a 15 en las diversas causas que se han abierto. ¿Qu茅 sucedi贸 en Castro Urdiales?

Respuesta.- El m茅rito personal principal corresponde al magistrado Luis S谩nchez Acayro, quien ha llevado desde el a帽o 1998, casi en total soledad, la investigaci贸n judicial contra la trama de corrupci贸n de Castro Urdiales. Sin refuerzos judiciales, sin apenas peritos de ayuda, lleva casi 6 a帽os instruyendo expediente a expediente, sin colaboraci贸n de la Fiscal铆a al principio y con la contra de algunas autoridades judiciales “contaminadas”, como C茅sar Tolosa, Presidente del Tribunal Superior de Justicia o de Jos茅 Luis L贸pez de Moral, Presidente de la Secci贸n 1陋 de la Audiencia Provincial. Enfrent谩ndose a potentes gabinetes de abogados, con grandes redes de influencia, que le han intentado hacer la vida imposible mediante campa帽as personales difamatorias y consiguiendo que se le hayan abierto por el CGPJ unos 36 expedientes sancionadores en estos a帽os. Cuando dej茅 Castro Urdiales como interventor, el 31 de marzo del 2006, pens茅 que mi trabajo y calvario personal no hab铆an servido para nada 煤til, s贸lo para sufrir y hacer sufrir a los m铆os y que los corruptos segu铆an impunes. Hab铆a acudido a 4 jueces de Castro Urdiales y a la Fiscal Superior de Cantabria a informarles y denunciar mi situaci贸n profesional sin resultado alguno; no quisieron saber nada del estado delictivo generalizado que exist铆a en el ayuntamiento. Pero los corruptos de Castro Urdiales tuvieron mala suerte. Se produjo una combinaci贸n de tres actuaciones que no suele darse normalmente: interventor municipal honesto y cumplidor, actuaci贸n fiscalizadora del Tribunal de Cuentas a finales del 2006, casi imposible, y un magistrado instructor infatigable y sin miedo. Es una combinaci贸n que no se ha dado en otros ayuntamientos, pero que de darse, hubiera producido similares descubrimientos delictivos de saqueos del patrimonio p煤blico.

P.- ¿Por qu茅 lo has hecho? ¿Cu谩l ha sido tu motivaci贸n para no dedicarte simplemente a sobrevivir como hacen los dem谩s interventores?

 
R.- Por una cuesti贸n vocacional e ideol贸gica, al tener siempre claro que un ayuntamiento es una empresa p煤blica donde los accionistas son los ciudadanos y que un interventor municipal es un funcionario p煤blico cuya principal funci贸n es la defensa de los dineros de los ciudadanos, controlando el buen uso legal que los pol铆ticos hagan de los mismos. El alcalde es el Presidente del ayuntamiento, pero es precisamente la instituci贸n a la que tenemos que controlar legalmente, no a servir sumisamente, aunque desgraciadamente sea nuestro superior jer谩rquico y quien fija nuestro sueldo y nuestros medios y, tambi茅n, quien puede hacernos la vida imposible. Un hecho obvio, pero que no se suele tener en cuenta, es que nadie entrega voluntariamente su dinero a los ayuntamientos, sino de forma coactiva, a trav茅s de impuestos y tasas, o contribuciones especiales o precios p煤blicos o multas.

P.- ¿Por qu茅 otros interventores no han denunciado lo que ve铆an?

 
R.- Denunciar no es nuestra labor como interventores, s贸lo informar de la legalidad o ilegalidad de los actos municipales, sin mirar hacia otro lado en los casos problem谩ticos del urbanismo o de las contrataciones, y esto s铆 lo han hecho, y lo hacen, decenas de mis compa帽eros, de los escasos centenares que somos en todo el Estado. Por esto, muchos de ellos reciben presiones de sus alcaldes, especialmente ahora que saben de la peligrosidad de nuestros informes como pruebas judiciales de sus fechor铆as. Y el acoso es la respuesta habitual y terrible de estos alcaldes, para no tener informantes molestos.

Pero no se puede pedir a nadie que tenga vocaci贸n de m谩rtir, ni que se inmole, cuando las condiciones de trabajo no aseguran la independencia de criterio, ni existe jerarqu铆a alguna en casos de discrepancias t茅cnicas o de mediaci贸n, para los casos de conflicto. Por eso, la conducta habitual es la dedicaci贸n a los temas formales, la tecnocracia, siendo complacientes en los temas problem谩ticos, especialmente del urbanismo o de cumplimiento de las contrataciones. De existir irregularidades, la denuncia deber铆a ser labor propia de las fuerzas pol铆ticas y sociales municipales, a partir del trabajo de los interventores honestos que, haberlos hay los.
Existiendo casos p煤blicos de secretarios o interventores implicados con la corrupci贸n, cuando aparece en la prensa un interventor imputado o incluso condenado, no siempre se trata de un interventor titular, habilitado por el Estado. Un gran n煤mero de ayuntamientos espa帽oles de m谩s de 5.000 habitantes carecen de interventores titulares. Por ejemplo, en la regi贸n de Murcia, 11 de los 14 ayuntamientos de m谩s de 20.000 habitantes, carecen de interventor titular de forma cr贸nica. Existe un fraude enorme en las convocatorias de plazas vacantes y por ello ocupan estas plazas usurpadores, complacientes con el poder local que los nombra “a dedo”. Dicho esto, no puedo olvidar y lo tengo muy cercano y presente, lo que me dijo una interventora de que en muchas ocasiones nuestro principal enemigo es nuestro compa帽ero secretario, para asegurarse su tranquilidad personal y para evitar verse en un espejo deforme. Fue mi caso en el ayuntamiento de Castro Urdiales con un secretario delincuente y es mi situaci贸n actual con la secretaria y el tesorero del ayuntamiento de Crevillent, ante el acoso de mi alcalde.

P.- A la luz de todos los casos de corrupci贸n que estamos viendo y que implican a pr谩cticamente todas las instituciones del Estado, ¿puede existir el poder sin corrupci贸n? ¿Es algo intr铆nseco al sistema o depende de los que ocupan los cargos?

R.- No estamos viendo m谩s que una mil茅sima parte de la corrupci贸n pol铆tica existente, los casos que han podido descubrir unas decenas de jueces aislados o, los muy escasos, que han salido a la luz por denuncias fratricidas entre los propios partidos pol铆ticos buscando ventajas competitivas. La corrupci贸n parece formar parte de la naturaleza humana, al conectar con algunos de los instintos animales ligados a la lucha por la supervivencia como el ego铆smo, y con algunos de los vicios humanos m谩s comunes, como la avaricia, la soberbia, y, en especial, el af谩n de poder. El querer ser como Dios es uno de los mayores motivadores de algunas conductas, y es el que explica muchas de las conductas corruptas, no siempre explicadas por el af谩n de enriquecimiento. Consiste en tener la capacidad de poder premiar a los amigos y castigar a los enemigos. Adem谩s, no es s贸lo un problema de las personas, sino que en Espa帽a existe un problema de las organizaciones pol铆ticas y sindicales, que es el de su financiaci贸n, dado su raquitismo organizativo y la voracidad insaciable de sus maquinarias electorales. Por lo tanto, la corrupci贸n parece inherente al poder pol铆tico, pero lo que tambi茅n resulta una evidencia es que el poder absoluto corrompe absolutamente y 茅sta es una de las claves de la gravedad diferencial de la corrupci贸n espa帽ola en el entorno europeo. Nuestra democracia es muy endeble, los 40 a帽os de franquismo no se liquidaron con los pactos de la transici贸n y el caciquismo tiene una fuerza tremenda en nuestro Estado, especialmente en nuestras Comunidades Aut贸nomas y Ayuntamientos, donde los 100.000 concejales y liberados pol铆ticos constituyen una poderos铆sima red del poder caciquil de compraventa de favores y votos de todos los partidos pol铆ticos.

P.- En general, ¿por qu茅 crees que no han funcionado los mecanismos para evitar la corrupci贸n? ¿Cu谩l ser铆a la soluci贸n?

R.- Tal como analiza el profesor Alejandro Nieto, con varios libros sobre la corrupci贸n espa帽ola, el dise帽o tanto del control interno municipal y auton贸mico, como el control externo de los Tribunales de Cuentas, central y auton贸micos, es perverso, perfectamente organizado para que no funcione. Las autoridades pol铆ticas y los legisladores no quieren que funcione el control sobre sus gestiones, sobre la gesti贸n p煤blica, especialmente de las autonom铆as y los ayuntamientos, que es donde est谩 la “madre” de la corrupci贸n pol铆tica. Tambi茅n resulta evidente que nuestras autoridades, nuestros partidos pol铆ticos no se van a hacer el harakiri, por muchos llamamientos que les hagamos, por muchas razones que les demos de que una democracia debe contar con controles independientes y eficaces. Por lo tanto, la soluci贸n de ra铆z est谩 en los ciudadanos que tendr谩n que liberar al Estado del secuestro al que est谩 sometido actualmente por los partidos pol铆ticos espa帽oles.

La corrupci贸n es a los organismos sociales como el c谩ncer a los organismos f铆sicos. No contamos con el remedio m谩gico contra el c谩ncer, pero conocemos de la bondad de las medidas ambientales preventivas contra agentes cancer铆genos como el tabaco o la contaminaci贸n del tr谩fico urbano, y de la eficacia de medidas curativas como la quimio y la radioterapia y de la cirug铆a para extirpar algunos tumores. Lo mismo sucede con la corrupci贸n. Resulta fundamental y urgente la implementaci贸n de medidas “ambientales” mediante la difusi贸n y aprobaci贸n de principios 茅ticos, algunos bien sencillos como la eliminaci贸n de los regalos de todo tipo a los pol铆ticos y funcionarios, tanto los privados en forma de bienes y servicios, como los p煤blicos, en forma de prebendas personales retributivas complementarias, que incluso aparecen en los Convenios de Personal.

Luego est谩n las medidas preventivas, entre las que estimo fundamentales las de fomento de la participaci贸n ciudadana en los asuntos p煤blicos y de transparencia del funcionamiento de las instituciones p煤blicas. Hoy se incumple la Constituci贸n espa帽ola y especialmente la Ley de Bases del R茅gimen Local que establece en su art铆culo primero que los municipios son cauces inmediatos de participaci贸n ciudadana en los asuntos p煤blicos. Pero para poder verificar la utilidad de todo lo anterior, para desalentar las tentaciones personales u org谩nicas, resulta esencial articular controles p煤blicos internos y externos eficaces y para ello, independientes de los poderes pol铆ticos. Tambi茅n, la implantaci贸n de limitaciones cuantitativas a los gastos electorales. Y, finalmente, medidas terap茅uticas de expulsi贸n del servicio p煤blico de todos los que resulten imputados en casos de corrupci贸n y de cirug铆a eficaz mediante una justicia r谩pida y efectiva. Basta ya de que los casos de corrupci贸n se hagan eternos en Espa帽a, por falta de medios y de ganas de la justicia espa帽ola, cuando en EEUU recientemente hemos tenido los ejemplos de que temas complejos de corrupci贸n recientes han contado con sentencia en el plazo de un a帽o.

P.- El problema de la corrupci贸n se suele enfocar en los cargos p煤blicos, pero ¿qu茅 sucede con la empresa privada? ¿Las tramas de corrupci贸n no necesitan tambi茅n de empresarios que corrompan?

R.- La premisa de que la corrupci贸n pol铆tica es un problema end贸geno de las Administraciones p煤blicas, que se corrige limitando el tama帽o y funci贸n del Estado, es una manipulaci贸n ideol贸gica neoliberal, que se repite como un mantra por sus medios de creaci贸n de opini贸n, incluida la ense帽anza de la teor铆a econ贸mica en las facultades de Ciencias Econ贸micas espa帽olas. La realidad refuta tal premisa ideol贸gica, que resulta desvergonzada en momentos como los presentes, cuando contamos con ejemplos privados recientes y llamativos de corrupci贸n en sector financiero y en el el茅ctrico en el mismo coraz贸n del sistema, en los EEUU, que est谩n entre las causas de la actual crisis econ贸mica, por no citar a las malas pr谩cticas de la banca europea y espa帽ola. El origen de nuestra corrupci贸n pol铆tica no es m谩s que la compra de las voluntades pol铆ticas por parte de las empresas privadas para colocar sus bienes y servicios en el sector p煤blico al margen de los principios de la contrataci贸n p煤blica, entre los que el principal es el de libre concurrencia.

Las consecuencias econ贸micas y morales de la corrupci贸n en nuestro pa铆s son tremendas. Me parece una manipulaci贸n ideol贸gica la falta de estudios sobre el tema, y una insensibilidad de la comunidad universitaria el que no se eval煤e la distorsi贸n que produce la corrupci贸n sobre la asignaci贸n de recursos p煤blicos y privados y sobre la redistribuci贸n de la riqueza. Resulta una frivolidad algunas de las estimaciones que se hacen, como las de Transparencia Internacional en Espa帽a, proyectando las estimaciones de su organizaci贸n matriz para los pa铆ses europeos, resultando s贸lo unos 10.000 millones de euros anuales, es decir un 1% de nuestro PIB. No se investigan algunos rasgos diferenciales de nuestra corrupci贸n, como la casi total desaparici贸n de nuestro Patrimonio Municipal del Suelo –protegido constitucionalmente por el art. 47 CE- y la gigantesca acumulaci贸n de capital de las empresas contructoras espa帽olas derivado de su preeminencia en la desmesurada pol铆tica de infraestructuras p煤blicas seguida en Espa帽a en los 煤ltimos 30 a帽os. En mi opini贸n, s贸lo estos dos fen贸menos nacionales han ocasionado el mayor saqueo patrimonial p煤blico y su patrimonializaci贸n privada, as铆 como la mayor y m谩s injusta redistribuci贸n de la renta en la historia de Espa帽a.

P.- ¿A qu茅 problemas te has tenido que enfrentar por denunciar lo que estaba pasando?

R.- He pasado por un calvario personal insufrible en varias ocasiones, y un calvario judicial incomprensible e injusto para un funcionario que s贸lo ha intentado cumplir con su profesi贸n de fiscalizador interno. Es una experiencia similar a la de todos los funcionarios p煤blicos que nos hemos enfrentado con la corrupci贸n pol铆tica, como se puede comprobar con las situaciones de los jueces singulares conocidos a trav茅s de los medios de comunicaci贸n y de las decenas de ellos que se largan de los juzgados y de las causas de la corrupci贸n.

Adem谩s en Espa帽a tenemos el hecho grave de que no existe una normativa de amparo de los denunciantes de la corrupci贸n. Ni siquiera se ha traspuesto la Convenci贸n de Naciones Unidas contra la Corrupci贸n, al no haberse desarrollado la recomendaci贸n de sus arts. 32 y 33 de protecci贸n de testigos, peritos, v铆ctimas y denunciantes, tal como lo ha denunciado Transparencia Internacional y como vengo pidiendo, que tambi茅n lo denuncie, a nuestro Colegio nacional de Secretarios e Interventores.




CNT CANTABRIA

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